Mauro Marimón, el otro buscador de sueños

 








 El año 1933 traerá mas novedades.                                          El congreso nacional intervendría con una intensa campaña proteccionista de la industria de la piedra y la arena Argentina subsidiándolas mediante tarifas preferenciales de fletes ferroviarios y de la marina de cabotaje, además de colocar un arancel importante para los materiales importados.   

 Pareciera ser una medida favorable para la industria arenera, pero se trata de un problema mas complejo de lo que parece, ya que muchas de las empresas areneras de capitales Argentinos, con personal argentino que generan utilidades para la argentina, tienen sus yacimientos en Uruguay y protestan porque les alcanza las medidas proteccionistas. 

  Mientras los Tambutto se preparaban para una nueva incursión en la explotación de los yacimientos, un segundo personaje con conocimientos de tornería y finanzas se sumará al proyecto como socio. 
 Su nombre era Mauro Marimón.

 Carlos Tambutto lo había conocido cuando realizó un trabajo puntual para una de sus maquinarias en una fábrica.  

  Le había contado la estrecha historia de su familia con la extracción de arena y el joven y aventurero Marimón, no pudo resistirse.  
     
  El 1 de septiembre de 1934 se crea una nueva sociedad denominada “Compañía Arenera de Villa Ballester S.R.L.”  con domicilio legal en México 3702 de Capital Federal.  La integran los señores Juan Carlos Tambutto, Benito Tambutto, Carlos Tambutto y Mauro Marimón.   
            
  Para esta nueva etapa adquieren el terreno del Sr. Figueroa que se compone por una superficie de 44ha, 31a  7ca y 75dm comprendido dentro de los terrenos linderos: al Nord Oeste los terrenos propiedad del sr. Jorge Klein y Julio P Mathieu; Al Sud Este y Sud Oeste con la Compañía de Tierras y Edificación Bella Vista y al Nord Este con el Río de Las Conchas.

  Si bien el capital social ascenderá a los $100.000 que será aportado por los socios en partes iguales, el rol de Mauro Marimón tendrá una singular importancia por el hecho de proporcionar dos patentes de invención con fecha de caducidad 18 de junio de 1946.

 Sin embargo el acuerdo para la distribución de las utilidades tendrá un claro beneficiado. 

  En su carácter de técnico y máximo responsable de los yacimientos, Juan Carlos Tambutto, que ronda los 51 años,  percibirá un 20,5%, mientras que los socios Carlos Tambutto, Benito Tambutto y Mauro Marimón obtendrán utilidades a razón del 16,5%. 

  Respecto al 30% restante, se distribuirá entre empleados, colaboradores y personas que por convenios especiales tienen participación en la Compañía, siendo la nómina y porcentajes la siguiente:  Julio Figueroa 10%, Lorenzo Tambutto 5%, Mario Tambutto 5%, Juan Tambutto 5% y Raul Tambutto 5%. 

  Un dato curioso es que la empresa Tambutto Hnos & Compañía decidirá una modalidad de pago muy particular para los operarios.   Hará acuñar en la casa Barés fichas de bronce por un valor de 1 jornal trabajado. 


  Respecto a la extracción de arena, será el turno de sumar a la experiencia adquida nuevos métodos y maquinaria moderna.  Se colocarán torres que llegarán a medir 20 metros de altura, con motores de gran poder que vendrán acompañadas con otras instalaciones acordes al caso.  
   
  Lamentablemente, en diciembre de 1935 el destino decretará un revés para la Cía. y un nuevo fracaso para la familia Tambutto.  

  Con las nuevas perforaciones no se lograba la extracción de arena que habían calculado y los precios no garantizaban la utilidad esperada, lo que llevó a truncar sus sueños de fortuna.  

    Pero Mauro Marimón no estaba dispuesto a seguir los pasos la Cía Arenera, ni a abandonar su sueño de fortuna. 

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